Diferentes tipos de argumentos

Los argumentos son razonamientos con los que se intentan demostrar, refutar o justificar los diversos temas a tratar. Pueden presentarse de manera oral o escrita, y el objetivo final es el de persuadir a otra persona o grupo de pensamiento, fomentando un entendimiento de manera coherente sin exhibir contradicciones.

La defensa de argumentos suele ser un elemento de gran importancia dentro del ámbito judicial y también dentro del ámbito académico y filosófico.

Argumentos

Para tratar de defender una idea o un debate, se debe acudir al apoyo de diferentes tipos de argumentos que vamos a ver a continuación.

1 – Científico:

Los argumentos científicos son difícilmente refutables, ya que detrás de ellos se esconden diversos datos estudiados de manera concienzuda, seria y aportando información que se presupone debe ser verídica. Aunque es imprescindible que se cite el estudio académico y se describa de manera general el procedimiento, ya que no es lo mismo hablar de seres humanos que de ratas de laboratorio.

2 – Autoridad:

Similar al argumento científico, la autoridad hace referencia a una persona o experto en un tema que pueda apoyar nuestra opinión respecto del tema a tratar. Los distintos hechos se deben basar en pruebas constatables, apuntados por una persona con autoridad. Existen autoridades en el campo científico, pero también podemos acudir a autoridades en otros campos como la música, el deporte, la nutrición…etc.

Argumentos de autoridad

3 – Cantidad:

El argumento de cantidad aparece cuando el interlocutor enumera un largo compendio de razones que apoyan su causa, intentando convencer a la vez que agotar el ingenio de su contrincante, que apenas tendrá memoria suficiente para preparar cada una de las refutaciones.

4 – Calidad:

El argumento de calidad aparece para contrarrestar los argumentos de cantidad. Basta una única razón de buena calidad, para tirar por tierra un argumento de cantidad. Se valora, por tanto, lo bueno frente a lo abundante.

5 – Justicia:

Los argumentos deben regirse bajos unas premisas de justicia. Valorando siempre que no aparezcan desigualdades. Las creencias morales que estén aceptadas socialmente, así como los distintos valores éticos, pueden ser útiles para tratar de convencer. Este tipo de argumentos suele estar vinculado a temas de salud o de medicina, en los que se debe marcar algunos límites.

Argumentos de justicia

6 – Salud:

Similar al argumento de la justicia, pero aplicado específicamente al tema de la salud. Es constatable y siempre un apoyo fundamental, el hecho de valorar aquello que es saludable y beneficioso para la salud, frente a aspectos que puedan resultar nocivo o perjudicial, tanto para el ser humano, como para el resto de habitantes del planeta.

7 – Existencial:

Los argumentos existenciales deben guiarse siempre valorando lo real, verdadero o que tiene posibilidad de existir, frente a su contrario, lo inexistente, falso, o que resulta imposible.

8 – Tradición:

El peso de las tradiciones, en ocasiones se utilizan como argumentos útiles a la hora de defender un propósito y para confirmar nuestras ideas. Como argumento contrario, suele expresarse que lo nuevo y lo original se debe valorar frente a lo caduco y tradicional. Suele ser el argumento preferido de los que defienden la fiesta taurina que aluden a la tradición para justificar el asesinato brutal de un ser vivo.

9 – Experiencias personales:

Cuando el razonamiento se apoya en una experiencia personal, inmediatamente se le suele otorgar unos mayores índices de veracidad. Se presupone que las vivencias en primera persona nos colocan en un estado de “autoridad” (Ver apartado 2).

10 – Datos estadísticos:

Como último argumento, y no por ello menos importante, no podemos olvidarnos de los datos estadísticos, que al igual que las experiencias personales, hace que quien los enumera, adquiera una mayor relevancia y una mayor autoridad. Ahora bien, se deben constatar las fuentes de dichos estudios y comprobar su veracidad, cosa que desgraciadamente ocurre pocas veces. Se suele abusar de la estadística para intentar defender los propios intereses, a menudo con falacias y engaños representados en datos que no reflejan la realidad.

 

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  1. PANCHO 21 septiembre, 2018

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