Diferentes tipos de pies

A la hora de clasificar los diferentes tipos de pies, tenemos que tener en cuenta tres grandes grupos en los que incluir las distintas acepciones que encontramos en el diccionario.

1 – Forma del pie: Respecto a la extremidad inferior del hombre, podemos clasificar el pie en función de su forma, destacando sus principales características de los distintos tipos de pie, el egipcio, griego, germánico, y romano…

Tipos de pies

2 – Huella al pisar: En función de la huella, y de la forma que tenemos de pisar, será recomendable un tipo u otro de calzado. Según esta función y como se separen las piernas, veremos que podemos clasificar las personas corredoras en pronador, supinador o neutro.

3 – Medida de longitud: El pie también es una medida de longitud. Veremos a qué corresponde en otras unidades y porqué se viene usando desde la antigüedad.

1 – Forma del pie:

El pie romano:

Pie romano

Es posiblemente el tipo de pie con la forma más común. Los dedos tienen una estructura proporcionada y correcta, con el dedo gordo destacando en altura respecto a los otros dedos. Las personas con el pie romano, suelen ser personas extrovertidas y sociables, alcanzando buenos puestos de trabajo tanto en empresas como en el mundo de la política.

El pie germánico:

Pie germánico

Todos los dedos son aproximadamente iguales en longitud. Se denomina entonces pie recto, germánico o pie cuadrado. También se le conoce como el pie del campesino. Las personas con este tipo de pie tienen tendencia a la calma y a la reflexión antes de tomar decisiones. Son personas de las que te puedes fiar, buenos amigos, leales y con un agudo sentido práctico.

El pie griego:

Pie griego

También conocido como pie de fuego por la forma de llama. Se caracteriza por tener el segundo dedo, un poco más alto que el dedo gordo. Las personas con el pie griego tienen tendencia a ser entusiastas y motivadoras. El pie griego es común en artistas y en deportistas. Últimamente también se relaciona con personas que destacan en negocios punteros e innovadores, y que tienen un gran dominio del lenguaje y la comunicación.

El pie egipcio:

Pie egipcio

Por último, la forma del pie en que los dedos van reduciendo su estatura y grosos de manera descendente, se denomina como pie egipcio, porque forma una especie de triangulo, que al colocar ambos pies juntos, forman la imagen de una pirámide.

Las personas con este tipo de pie tienden a ser personas que valoran por encima de todo la libertad y la privacidad personal, a la vez que son reservados con sus sentimientos. Pueden ser personas impulsivas que tienen cambios de humor bastante bruscos, pasando del enfado a la risa con mucha facilidad.

2 – La huella que dejan los pies al pisar:

Un experimento fácil y sencillo que podemos realizar en nuestras casas puede darnos información sobre el tipo de pie que tenemos y el tipo de calzado que necesitamos usar. Se trata de mojarnos el pie, ya sea en la ducha o utilizando un reciente grande, esperar unos segundos a que no gotee, y posteriormente, pisar un papel de periódico o un trozo de cartón similar, de modo que deje grabada la huella y que podamos reconocerla.

Huella con arco plantar normal:

Más o menos, la región del arco tiene una medida que corresponde con la mitad del resto del pie. Es el tipo de huella más común y viene a decir, que apoyamos correctamente el pie sobre el suelo. La mayoría de personas que tienen esta huella pueden usar casi cualquier tipo de calzado.

Huella con arco plantar ancho:

Huella ancha

Si la huella permite ver un arco ancho respecto del resto del pie, significa que, al pisar, tenemos tendencia a pisar con el interior.  Esto puede actuar como un amortiguador, pero provocar daños en el pie y en las rodillas en el largo plazo. La recomendación es la de utilizar zapatos con mayor estabilidad, usando cuñas internas o medias suelas de doble grosor que permitan un mejor apoyo.

Huella con apenas arco:

Huella estrecha

Si la huella muestra un ligero arco, con poco o nada de contacto con el papel, reflejando el talón y la planta, significa que el pie no apoya correctamente y no es capaz de absorber los impactos al andar o al correr. Se recomienda usar un cansado bien acolchado con apoyo en la zona del arco.

Tipos de corredores:

 Los corredores al pisar aumentan la presión del pie, por lo que resulta interesante conocer los tres tipos de corredores en función de cómo colocan las piernas y de cómo tienden a pisar.

Supinador: Corren con las piernas separadas y apoyan la zona exterior del pie (Dejan la huella ancha). Por lo tanto, reciben un mayor impacto en toda la superficie del pie. Es poco frecuente y este tipo de corredores son minoritarios.

Pronador: El caso opuesto. Tienden a correr con las piernas más juntas, por lo que apoyan la parte interna del pie, dejando una huella en la que el arco apenas es perceptible.

Neutros: Lo más habitual. La pisada es plana sin sobrecargarse ni en la parte externa ni en la parte interna. Los corredores mantienen las piernas en paralelo y dejan una huella normal.

3 – El pie como medida de longitud:

Se cree que fueron los sumerios la primera civilización que establece el pie como medida estándar de medición. El encargado de medir las piedras de una cantera decidió que resultaría más fácil utilizar los pies, uno delante de otro, para ganar tiempo y medir de una manera más sencilla.

Si hacemos una búsqueda en Google de la medida de un pie, se establece que:

1 pie = 30,48 cms

un pie en centímetros

Existen diversos tipos de pies según otras medidas históricas:

El pie romano = 29,57 centímetros

El pie carolingio = 33,27 centímetros

El pie castellano = 27,86 centímetros

Otras medidas establecen 1 pie como 12 pulgadas, 0,333 yardas, de modo que tres yardas son un pie, o 1 milla que equivale a 5280 pies.

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